La metamorfosis de Junior

En Junior algo cambió y se nota a leguas. Salió Bolillo Gómez y nunca supimos cuál era el gran problema del equipo del que tanto hablaba el director técnico paisa.

En las ruedas de prensa se dejaron de escuchar frases como “estamos armando el equipo del próximo año que es el centenario”, en una clara ‘sacada de maletas’ para justificar los malos resultados de las primeras fechas. Y ya no se le echa la culpa de los mismos al “mal ambiente y las malas energías”.

Ahora, el nuevo cuerpo técnico de Junior, en cabeza de Arturo Reyes, habla de fútbol, de modelos de juego, de cómo atacar y que la meta es llegar al último partido de la Liga, es decir, a la final del campeonato. No están prometiendo título, de ninguna manera, pero lo van a intentar y este mismo año, no el próximo.

En Junior algo cambió porque en los 5 partidos que dirigió el Bolillo, Junior solo anotó un gol. Y ahora bajo la égida de Reyes lleva 18 goles en 6 partidos y se ha convertido en el equipo con mejores números ofensivos.

El paisa era un obsesivo con la defensa y dejaba el ataque a inspiración de sus delanteros. Por eso renunció Juanfer. En cambio, Reyes es un obsesivo con el ataque, pero no deja la defensa al libre albedrío de sus defensores, sino que la trabaja. Y cómo no, si él fue zaguero.

En Junior algo cambió hasta en la relación con el hincha, que se fastidió con Reyes a principio de año y se le colmó la paciencia con Bolillo y jugadores. Aunque hubo resistencia al principio por el regreso de Reyes, este con sus resultados, pero sobre todo con el juego vistoso del equipo, ha ido cambiando silbidos por aplausos.

Realmente algo cambió porque hace mucho no se sentía este ambiente futbolero en la ciudad en torno al Junior. Contar los días para ver de nuevo a Enamorado, Caicedo, Cariaco y Bacca. Antes, era una zozobra porque jugaban Didier Moreno, Hinestroza y Albornoz. Y ojalá que este domingo ante Nacional no cambie la sana costumbre de los dos últimos partidos: ganar, golear y gustar.