4 octubre, 2024

Crónica del feminicidio de Margarita Gómez: “el padre de la bebé le pidió muchas veces que abortara”

No cabe duda que Margarita Gómez Márquez, la joven hallada muerta en la Trocha Sinaí, jurisdicción de Galapa, fue víctima de feminicidio.

El padre de la bebé que ella llevaba en su vientre y que tenía 6 meses de gestación, desde que se enteró, le pidió que abortara, que no lo tuviera e incluso intentaba sugestionarla: “¡No creo que ese bebé sea mío!”.

La joven de 25 años quiso tener a su hija a toda costa. De hecho, le consultó a su familia qué hacer y su madre, Janeth Márquez, le respondió tajantemente: “si saqué tres hijos adelante, cómo no voy a poder criar a mi nieta”.

Eso le daba tranquilidad. Sin embargo, del otro lado estaba él, un hombre al que su familia identifica como Beto Trujillo Sánchez, residente en Cartagena y oriundo de Armenia.

Lo conoció en una congregación que se autodenomina cristiana llamada Living Room, con sede en el centro comercial Gran Centro, a la cual ella asistía esporádicamente y luego lo hacía con más frecuencia, después de conocerlo.

Cada domingo Margarita tenía un encuentro con Dios, e indirectamente con Beto, quien a pesar de no vivir en Barranquilla, acudía fiel a la cita. Se forjó una relación entre ellos y de un momento a otro quedó embarazada.

Ahí comenzó el suplicio de la joven con estudios de Administración de Empresas de la Universidad del Atlántico. Este sujeto le insistía a toda hora y en todo momento que se deshiciera de ese bebé, pero ella se negó, literalmente, hasta el último día de su vida.

Hasta que llegó aquel fatídico sábado 18 de diciembre. Margarita se cambió de buzo negro y pantalón gris, y le manifestó a su madre que se dirigía a casa de Neider, uno de sus mejores amigos.

Solicitó un servicio de InDriver y este llegó hasta su vivienda en el barrio La Sierrita, a las 6:15 de la tarde. Era un vehículo color gris, pequeño, podría ser Picanto o Spark GT -dice la familia- y esa fue la última vez que la escucharon y vieron con vida.

Margarita había mentido, quizá por amor, quizá por temor. No iba a casa de Neider, iba a encontrarse con Beto, el padre de la criatura que se formaba en su vientre.

Solo a una de sus mejores amigas le confesó que tendría un encuentro furtivo con él y, además, le reveló el sitio donde se verían: el centro comercial Viva.

Pero su versión no coincide con lo que finalmente ocurrió. Desde el computador de Margarita, su familia rastreó el celular y hallaron que el vehículo de inmediato tomó como destino Galapa y que a las 7:00 de la noche ya el teléfono móvil estaba apagado.

“Eso me hace pensar a mí como madre que, por lógica, si mi hija va a agarrar un InDriver y va para el Viva, y el carro se dirige para Galapa, ¿qué hace ella? ¡Se baja! Si no se bajó, fue porque en el carro ya iba con el asesino”, especuló doña Janeth.

Esa noche la progenitora durmió “pegada al techo”, porque Margarita acostumbraba a llamar cada tanto tiempo a reportarse, mandaba fotos del sitio donde se encontraba, no era de perderse o ausentarse tanto tiempo y su celular jamás volvió a encenderse.

Sin embargo, para autocontrolarse, la madre pensaba que podía haber pasado la noche donde Neider y el celular se le pudo haber descargado.

Pero el presentimiento de que algo peor había ocurrido llegó al día siguiente, cuando el amigo le confirmó a una de sus hermanas que Margarita no había estado con él.

“Le pedí entonces a mi yerno que llamara al Beto Sánchez. Él confiesa que sí se iba a encontrar con Margarita, pero que ella nunca llegó. No quedamos convencidos con su respuesta, pero no nos detuvimos, seguimos llamando a todas las personas conocidas”, agregó.

A las 4 de la tarde, volvieron a comunicarse con el padre de la bebé que Margarita llevaba en su vientre. “Este respondió con evasivas y con cosas que no concuerdan”.

Al poco rato llegaron miembros de la Sijin a casa de los Gómez Márquez y les mostraron unas fotografías a la progenitora y a los demás presentes, quienes infortunadamente en medio del llanto corroboraron que sí se trataba de Margarita.

El cuerpo sin vida de la joven además de los dos disparos presenta golpes en el rostro, por lo cual se presume que su verdugo también la torturó antes de asesinarla.

Doña Janeth Márquez, en la entrada del Instituto de Medicina Legal y ante toda la prensa, pidió a las autoridades colombianas “que si en este país verdaderamente se hace justicia, si aquí en Colombia a los feminicidas los están haciendo pagar por lo que hacen, entonces ese hombre debe ir a la cárcel, porque así como se lo hizo a mi hija, se lo puede hacer a otra mujer”.

El paradero de Beto Trujillo Sánchez es incierto. Aunque, desde que se confirmó que Margarita era la mujer ultimada y hallada en la zona enmontada de Galapa, las autoridades están tras su pista y se espera que en las próximas horas se pueda dar con su captura, como el presunto responsable de este atroz crimen.

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