‘Carros fantasmas’ en Barranquilla: sin ley ni control y acabando con sueños de gente inocente
La modalidad de los ‘carros fantasmas’: esos que atropellan a motociclistas o peatones y terminan huyendo sin asumir ninguna responsabilidad, cada día se vuelve más común en Barranquilla y su área metropolitana.
Basta con solo recordar el trágico suceso del pasado viernes 26 de abril en el que perdió la vida la joven de 25 años, Liseth Castro Botello, contadora pública egresada de la Universidad del Atlántico.
A Liseth la embistió un ‘carro fantasma’ y, en consecuencia, fue a parar al otro carril y terminó siendo arrollada por un bus intermunicipal. Por cierto, familiares y amigos continúan a la espera de que el conductor de ese vehículo se presente ante las autoridades.
Y así como le ocurrió a Liseth, también le sucedió a una pareja de amigos que el pasado domingo 14 de abril, a las 3:30 de la madrugada, se movilizaban por la avenida Circunvalar en una moto Pulsar 200, de placas MUT-72G.
En la publicación de CÓDIGO ROJO de este lamentable suceso, algunos de nuestros seguidores especularon que quizá vendrían embriagados y por eso perdieron el control en la vía. Pero eso no fue lo que ocurrió. Como ya es costumbre en Barranquilla, un ‘carro fantasma’ los arrolló.
Apenas hasta hoy, 22 días después, un medio de comunicación los identifica. El conductor de la moto era Jesús Camargo Ramos, soldador de profesión, de 26 años. Y la joven que viajaba como parrillera es María Fernanda Márquez Orellano, de 22 años, enfermera y estudiante de quinto semestre de Química y Farmacia, de la Universidad del Atlántico.
Jesús y María Fernanda eran compañeros de trabajo. Habían estado en el Mirador de Los Nogales y al momento del siniestro en la Circunvalar, a la altura de Metroparque, en el suroccidente de Barranquilla, se dirigían rumbo a Galapa, de donde ambos eran oriundos.
En las imágenes se puede evidenciar la gravedad del accidente y el lamentable estado en el que, sobre todo, quedó Jesús, luego de que fueran embestidos por un vehículo que vio como mejor salida darse a la huida.
Jesús falleció el pasado jueves 2 de mayo luego de sufrir un trauma craneoencefálico severo y politraumatismos; Mafe, como es conocida por su familia y amigos, permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos de una clínica de la ciudad.
Ahora nos preguntamos: ¿Dónde están las cámaras de videovigilancia instaladas en Barranquilla? ¿Dónde está la inteligencia que dicen las autoridades que hacen?
¿Para eso no es que los barranquilleros y atlanticenses pagan la famosa y polémica tasa de seguridad en el servicio de AIR-E?
¿O es que tienen que ser las víctimas personas adineradas, para que busquen a los responsables de estos lamentables hechos?
¡No es justo!… Las familias de estos muchachos y la sociedad en general esperan una respuesta. Ya que los responsables no conocen el remordimiento, entonces que, al menos, la justicia actúe.
Por: Amylkar Alvear Ariza – Director de Código Rojo.
